Saturday, March 28, 2015

“No existe mejor forma de transmitir la fe a los hijos que la de ver que sus padres viven la fe y esto les ayuda a quererse más” Equipos de Nuestra Señora

Una escuela de espiritualidad conyugal en el salón de casa: 
Equipos de Nuestra Señora

En los albores de la II Guerra Mundial, tiempo convulso también para la Iglesia católica, un grupo de matrimonios franceses pidieron al padre Henri Caffarel que les ayudara a vivir su amor a la luz de la fe.

Este es el origen de los Equipos de Nuestra Señora: encuentros de matrimonios que se orientan y acompañan en la búsqueda de Dios y en la promoción de una espiritualidad conyugal que impregne toda su vida familiar. (Web en España: www.equiposens.org)

Una reunión de Encuentros de Nuestra Señora (ENS)

José Manuel Agudo y Alicia Raimondo tienen la casa a punto para recibir a sus invitados. No van a celebrar solo una reunión de matrimonios amigos –que también–, pues su amistad ha sido el fruto de una inquietud mayor, de una necesidad y un deseo común: vivir en comunidad la fe que les une y la vocación matrimonial a la que han sido llamados.

En pocos minutos, el salón se ha llenado de gente, de besos y de abrazos; las cinco parejas y el sacerdote consiliario están listos para comenzar su reunión mensual. El punto de partida es la oración, que cada mes prepara un matrimonio, y tras las palabras del sacerdote y consiliario de este equipo, Matías Pérez, se ponen a trabajar.

Alberto Pérez y Mercedes Gómez-Ferrer son los responsables de los Equipos de Nuestra Señora (ENS) de la superregión de España y, tras veintidós años en los equipos, no dudan en afirmar que “la gran aportación de ENS es la espiritualidad conyugal, ese es nuestro carisma”. 

Es una espiritualidad cuyos pilares son la vida de equipo, con reuniones de trabajo y amistad, y los “puntos de esfuerzo”.

Estos últimos se concretan en:

-la escucha asidua de la palabra de Dios;
-la oración personal, conyugal y familiar;
-el diálogo conyugal (lo que llaman “sentada”),
-la regla de vida
-y el retiro anual.

Estos puntos de esfuerzo son los que, en cada reunión de trabajo mensual, los matrimonios ponen sobre la mesa: “Si he rezado o no con mi marido, cómo llevo el tema de la oración diaria, la conyugal, el diálogo...”, apunta Silvia Cortés, casada con Jaime Pereña y en los ENS desde hace quince años.

Es el momento de compartir con los demás las dificultades de vivir la espiritualidad conyugal, que, en palabras del padre Caffarel, “se trata de cristianizar toda la vida familiar, es decir, de buscar el sentido cristiano de todas las realidades familiares, planteándose cuál es el pensamiento de Dios sobre el amor, sobre la paternidad y la maternidad, la sexualidad, la educación, y sobre todas las grandes realidades del hogar”.

Es una tarea que parte de la oración conyugal y que impregna toda la vida familiar.

"La sentada": el tiempo que haga falta...

De esta metodología llama la atención la “sentada” y la regla de vida. Por un lado, la “sentada”, explica Juan Legorburo, casado con Charo Sabater, “es ponerte con tu mujer en presencia de Dios y gastar el tiempo que haga falta de conversación y oración conjuntas, sabiendo que estás hablando también con Jesús”.

Por otro lado, la regla de vida “consiste en marcarse una meta alcanzable, por ejemplo –prosigue Juan–, yo, que soy muy cuadriculado, me digo: ‘Voy a ver si tengo fe en Dios’, y me dejo caer en sus manos”.

Se trata, en definitiva, de reforzar, con tenacidad, alguno de los puntos débiles o mejorar alguna de las cualidades.

Repasar lo que Dios hace

Una vez que los matrimonios han compartido sus puntos de esfuerzo, repasan qué ha hecho Dios en sus vidas en el último mes, a través de experiencias cotidianas, problemas con los hijos...

Al cabo de quince años, “te das cuenta de que Dios ha estado siempre presente” , señala Jaime Pereña. Además, este momento es la ocasión “para ayudarnos y decirnos: ‘Mira lo que dice el Evangelio, a lo mejor deberías enfocar este problema desde otro punto de vista…’” , añade Silvia.

En estas reuniones de trabajo, juega un papel fundamental el aspecto festivo: compartir la vida también supone compartir la comida, por eso se cuida que no falte para comer y beber. Que haya un ágape para compartir es un signo más de comunión.

Al final de esta puesta en común, dedican un tiempo a la formación y estudio de un tema propuesto por el movimiento.

Fraternidad entre familias

Los ENS también celebran reuniones de amistad, cuyo objetivo es el de fomentar y crecer en la fraternidad entre familias, así, un par de veces al mes salen al campo o al cine con los hijos.

Pero en los ENS no todo es reunirse con parejas; hay otro equipo, el de “casa”, en el que se evidencian los frutos de esta obra presente en 78 países y con más de 130.000 miembros en todo el mundo.

“No existe mejor forma de transmitir la fe a los hijos que la de ver que sus padres viven la fe y esto les ayuda a quererse más”, concluye Alberto Pérez, feliz, junto a su mujer, de haber encontrado en la Iglesia a esta gran familia de familias.

Fuente: religionenlibertad.com

Monday, March 9, 2015

Los padres de Santa Teresita serán canonizados en el Sínodo de octubre (2015): primera ceremonia conjunta




El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha informado recientemente que los padres de santa Teresita del Niño Jesús, Louis y Zélie Martin, serán canonizados en el mes de octubre, coincidiendo con el Sínodo de la Familia que tendrá lugar en esas fechas en el Vaticano.


“Gracias a Dios en octubre se canonizarán a dos cónyuges, los padres de santa Teresa de Lisieux”, ha señalado el purpurado salesiano en un reciente encuentro organizado por la Libreria Editrice Vaticana (LEV) para hablar sobre el tema “¿Para qué sirven los santos?”, subrayando la importancia de la santidad en la familia.

“Los santos no solo son los sacerdotes y las religiosas, sino también los laicos”, ha indicado el cardenal Amato refiriéndose a este ejemplar matrimonio francés.

Casados en 1858, el matrimonio tuvo nueve hijos, de los cuales cinco siguieron la vida religiosa.

Las 218 cartas que se conservan de Zélie, de 1863 hasta su muerte en 1877, registran el ritmo de la vida con la guerra de 1870, las crisis económicas, los nacimientos y los fallecimientos de sus cuatro bebés.

Misa diaria a las cinco y media de la mañana, ángelus y vísperas, descanso los domingos, ayunos en Cuaresma y Adviento... pero también bromas y juegos, a Louis le gustaba pescar y jugar al billar.

Invitaban a personas pobres a comer en su casa y visitaban a los ancianos. También enseñaron a sus hijas a tratar a los más desfavorecidos como iguales.

Zélie murió de un dolorosísimo cáncer a los 46 años. Louis quedó con cinco hijas pequeñas: Marie, Pauline, Léonie, Céline y Teresita, que sólo tenía cuatro años y medio pero siempre recordaría a su madre como una santa. Louis murió en 1894 después de padecer una grave enfermedad mental.

Ambos fueron beatificados el 19 de octubre de 2008 por Benedicto XVI y su canonización sería la primera conjunta de un matrimonio. Muchos han propuesto su vida de santidad cotidiana como un modelo para esta época.

Louis y Zélie Martin son los padres santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones y una de las santas más queridas por el papa Francisco, proclamada doctora de la Iglesia por Juan Pablo II en 1997.

Fuente: religionenlibertad.com


Vídeo preparado antes de la beatificación
de los esposos (19 de octubre, 2008)