Laudetur Sacra Familia!
Estimados hermanos:
Desde el día 30 de mayo al 3 de junio se ha celebrado en Milán, bajo el lema: "Familia: el trabajo y la fiesta", el VII Encuentro Mundial de las Familias con la presencia, los dos últimos días, del Papa Benedicto XVI.
La Asociación de la Sagrada Familia_Familias Manyanet se ha hecho presente en este acontecimiento extraordinario con el deseo y la voluntad de hacer realidad, en los hechos ordinarios de la vida de las familias, los colegios y parroquias, las espiritualidad de Nazaret.
Este encuentro nos ha ayudado a entender los grandes desafíos que, en referencia a la familia, "patrimonio de la humanidad", nos plantea el mundo y la cultura actual y a redescubrir más profundamente la belleza, la bondad y la verdad de la familia cristiana y los orígenes de la misma que se encuentran en el orden natural.
Para nosotros, siguiendo las indicaciones de los Acuerdos Capitulares ("Implementar la Asociación de la Sagrada Familia en la pastoral de nuestros centros de apostolado", III.A.1.1.2), este Encuentro y cuantos puedan producirse en el futuro a niveles diversos y en las diferentes delegaciones, ha de ser una ocasión para relanzar la pastoral familiar.
Si no podemos "presentar" a Jesús prescindiendo de su vida en la familia de Nazaret, de su trabajo junto a José y en el taller, de su experiencia familiar durante 30 años, no podemos tampoco olvidar a la familia en ninguna de nuestras opciones y actividades pastorales, educadoras y catequéticas.
La cotidianidad, lo recordaba en la circular anterior, es el camino de santidad para nosotros y para la familia cristiana; ambos tenemos como referencia la familia de Nazaret, una familia cuyos miembros han trabajado y realizado gestos y acciones comunes a las familias de ayer y de hoy.
Compartiendo los grandes problemas de la familia no olvidemos reforzar el mensaje positivo, real también, de tantas familias que viven heroicamente su amor esponsal y su entrega a los hijos. A todas debemos acompañarlas, desde nuestra opción de vida y misión apostólica, para que sean las verdaderas protagonistas de la evangelización de nuestra época.
Necesitamos construir "una casa junto y con" las familias para que puedan vivir su vocación inseridas en la comunidad, en un grupo..., sin lo cual resulta tan difícil transmitir y celebrar la propia fe.
Gracias a todos por vuestra entrega y disponibilidad. Recemos por nuestras familias y por todas las familias, especialmente las más necesitadas; recemos también por los hermanos enfermos y por quienes les cuidan y mantengámonos siempre unidos en cadena permanente de oración por las vocaciones.
Vuestro hermano en Jesús, María y José,
Jesús Díaz Alonso, S.F.
Padre General
Milán, VII Encuentro Mundial de las Familias, 3 de junio de 2012.
Estimados hermanos:
Desde el día 30 de mayo al 3 de junio se ha celebrado en Milán, bajo el lema: "Familia: el trabajo y la fiesta", el VII Encuentro Mundial de las Familias con la presencia, los dos últimos días, del Papa Benedicto XVI.
La Asociación de la Sagrada Familia_Familias Manyanet se ha hecho presente en este acontecimiento extraordinario con el deseo y la voluntad de hacer realidad, en los hechos ordinarios de la vida de las familias, los colegios y parroquias, las espiritualidad de Nazaret.
Este encuentro nos ha ayudado a entender los grandes desafíos que, en referencia a la familia, "patrimonio de la humanidad", nos plantea el mundo y la cultura actual y a redescubrir más profundamente la belleza, la bondad y la verdad de la familia cristiana y los orígenes de la misma que se encuentran en el orden natural.
Para nosotros, siguiendo las indicaciones de los Acuerdos Capitulares ("Implementar la Asociación de la Sagrada Familia en la pastoral de nuestros centros de apostolado", III.A.1.1.2), este Encuentro y cuantos puedan producirse en el futuro a niveles diversos y en las diferentes delegaciones, ha de ser una ocasión para relanzar la pastoral familiar.
Si no podemos "presentar" a Jesús prescindiendo de su vida en la familia de Nazaret, de su trabajo junto a José y en el taller, de su experiencia familiar durante 30 años, no podemos tampoco olvidar a la familia en ninguna de nuestras opciones y actividades pastorales, educadoras y catequéticas.
La cotidianidad, lo recordaba en la circular anterior, es el camino de santidad para nosotros y para la familia cristiana; ambos tenemos como referencia la familia de Nazaret, una familia cuyos miembros han trabajado y realizado gestos y acciones comunes a las familias de ayer y de hoy.
Compartiendo los grandes problemas de la familia no olvidemos reforzar el mensaje positivo, real también, de tantas familias que viven heroicamente su amor esponsal y su entrega a los hijos. A todas debemos acompañarlas, desde nuestra opción de vida y misión apostólica, para que sean las verdaderas protagonistas de la evangelización de nuestra época.
Necesitamos construir "una casa junto y con" las familias para que puedan vivir su vocación inseridas en la comunidad, en un grupo..., sin lo cual resulta tan difícil transmitir y celebrar la propia fe.
Gracias a todos por vuestra entrega y disponibilidad. Recemos por nuestras familias y por todas las familias, especialmente las más necesitadas; recemos también por los hermanos enfermos y por quienes les cuidan y mantengámonos siempre unidos en cadena permanente de oración por las vocaciones.
Vuestro hermano en Jesús, María y José,
Jesús Díaz Alonso, S.F.
Padre General
Milán, VII Encuentro Mundial de las Familias, 3 de junio de 2012.
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